Artículo CIESAL sobre el uso de Ivermectina en pacientes COVID fue el artículo de más impacto 2021 en importante revista británica

8/03/2022

En febrero de este año, dos investigadores de CIESAL Nicolás Meza y Eva Madrid fueron notificados por la revista British Medical Journal Evidence-based Medicine que un artículo donde participaron (Misleading clinical evidence and systematic reviews on ivermectin for COVID-19), fue el artículo con mayor número de accesos o visitas y mayor reproducción en noticias o redes sociales de todos los artículos publicados por la revista.  El artículo fue twitteado 2853 veces y divulgado en medios tan importantes como The Guardian o en NBC News.

En la foto: Nicolás Meza y Eva Madrid.

En marzo de 2021 ambos investigadores habían decidido, en conjunto con Luis Garegnani,  un colaborador argentino, escribir sobre un tópico extremadamente polémico como era el uso de ivermectina para pacientes COVID.  El uso de este antiparasitario había sido promovido por un par de grupos clínicos en el mundo, y había sido incorporado en muchos lugares como uso habitual, en circunstancias que la evidencia no indicaba que su uso pudiera tener alguna efectividad.

En una búsqueda vertiginosa de tratamientos para el COVID-19, un grupo de investigadores liderados por Leon Caly habían realizado en Melbourne, Australia, durante el 2020, una exploración in vitro que demostró el papel inhibidor de la ivermectina sobre la replicación del virus del SARS-CoV-2.  Así, rápidamente apareció una cantidad considerable de artículos no revisados por pares (preprints) y registros de protocolos que informaban de la eficacia clínica de la ivermectina en dosis estándar para el COVID-19. La difusión de estos resultados causó mucha confusión en los profesionales clínicos, y la población en general, llegando incluso a avalarse el uso de la ivermectina en instituciones hospitalarias y recomendaciones, especialmente en América Latina.   Sin embargo, en cuestión de días desde la publicación de Caly  y su repercusión, una publicación general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirmó que «…la ivermectina está siendo utilizada incorrectamente para el tratamiento del COVID-19, sin ninguna evidencia científica de su eficacia y seguridad para el tratamiento de esta enfermedad».

Un punto controvertido importante a tener en cuenta, y que fue destacado en el artículo de Garegnani, Meza y Madrid, es que la concentración requerida para alcanzar la acción anti-SARS-CoV-2 de la ivermectina observada in vitro era de 5 µM, en circunstancias que la concentración plasmática máxima reportada que se ha alcanzado in vivo  ha sido de 0,28 µM, y ello se ha logrado con una dosis de aproximadamente 1700 µg/kg (unas nueve veces la dosificación aprobada por la FDA).  En este sentido, no existen los fundamentos básicos para evaluar la ivermectina en el COVID-19 a nivel clínico.

El artículo planteó puntos claros y con un fundamento sólido, lo que ayudó a derrumbar el mito sobre el uso de este antiparasitario, y fue utilizado y referenciado por muchos investigadores por su relevancia para la toma de decisiones durante la pandemia.

 

 

 

 

 

 

 

 

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